El granallado es una técnica que se usa en casi todos los rubros
industriales que utilizan metales. Sirve para limpiar, pulir o fortalecer el
metal. El servicio de granallado y pintado se emplea en la aeronáutica, el área
automotriz, la contrición civil y naval, la ferroviaria y muchas más. Existen dos
métodos para realizar este proceso: El granallado por aire comprimido y el de turbina.
Aplicaciones
- El granallado tiene las siguientes utilidades:
- Lograr un acabado homogéneo de las superficies, a través de la eliminación de laminillas.
- Eliminación de impurezas, como óxido o contaminantes inorgánicos; de alambres, placas metálicas o cualquier componente mecánico.
- Fortalecer piezas para que aumenten su resistencia ante la fatiga mecánica por compresión (Short Peeling).
- Preparación de superficies de concreto para la aplicación de revestimientos
- Desgaste de bordes de piezas metálicas.
Mecanismo de acción
El granallado actúa a través del
rozamiento de partículas abrasivas, disparadas a alta velocidad. Cuando chocan
con la pieza tratada causan el desgaste y remoción de los contaminantes de la superficie
de aplicación. En este método se utilizan partículas abrasivas (granalla) de diferentes
materiales con fines de acabado diferentes.
Granallado por turbina centrífuga
Este método es el más económico y amigable con el medioambiente. Las turbinas
rotan creando una fuerza centrífuga que impulsa las partículas. Las turbinas
pueden movilizar entre 60 kilos por minuto a los 1200 kilos por minuto de granalla.
Para el servicio de granallado y pintado se puede montar más de una turbina
centrífuga por máquina. Se adicionarán estas piezas para alcanzar el acabado
deseado sobre la superficie en una sola pasada. Se recomienda para superficies
relativamente amplias.
Granallado por aire comprimido
El método de aire comprimido no permite una velocidad de trabajo rápida.
Se recomienda para su aplicación en pequeñas tareas. Ofrece una capacidad de manipulación
que es más útil para el trabajo en estructuras complejas. Inclusive puede
controlarse manualmente.
Lo regular es que la granalla sea impulsada por un chorro de aire a alta
velocidad. También puede realizarse chorreado húmedo, que es la mezcla del agua
y el material abrasivo. Esta técnica puede requerir hasta 15 veces más capacidad
de mano de obra y tecnológica que el método por turbina centrífuga.
Cada vez es más usual contratar servicio de granallado y pintado de superficies
metálicas a escala industrial. Tanto el método como
el material de la granalla deben ser escogidos dependiendo de las necesidades, área
y acabado a trabajar.
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