Cuando se labora a una temperatura
inferior a los 10 o 15 grados centígrados, se considera que el frío se
convierte en un peligro laboral. La exposición excesiva a esas condiciones, genera
estrés térmico por frío. La respuesta fisiológica de los trabajadores deteriora
sus capacidades físicas y mentales y afecta a su rendimiento.
Las empresas deben tomar medidas para identificar
y prevenir posibles daños a sus colaboradores. Además, los trabajadores deben ser
capacitados para identificar los síntomas de peligro. Un auditor en sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo, debe
verificar que se les brinde información para que cuiden su salud.
¿Qué es el estrés térmico por frío?
Este concepto se define como la pérdida
de calor excesiva. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
(INSHT) de España, también establece que este enfriamiento es resultado de las
condiciones ambientales, la actividad física y la ropa de trabajo.
El nivel en que el frío afecta a las
personas, depende de cada individuo. La capacidad de termorregulación del
cuerpo de los trabajadores varía, dependiendo de su edad, género, medidas del
cuerpo, condición médica, consumo de medicamentos, etc.
El cuerpo humano activa mecanismos de protección cuando es expuesto a bajas temperaturas. Las respuestas fisiológicas tienen como objetivo mantener una temperatura constante y contrarrestar la pérdida de calor corporal. Los mecanismos de defensa más importantes son la vasoconstricción y los escalofríos.
Aunque estas repuestas pretenden asegurar la sobrevivencia del individuo, no garantizan que no haya lesiones. antes de la hipotermia se puede llegar a sufrir congelación en las extremidades, son la consecuente pérdida de miembros.
Efectos del frío en la salud
Las lesiones pueden tener un plazo de recuperación
que varía desde algunas horas hasta requerir días para sanarse. En los casos
extremos, pueden ser irreversibles, como la disfunción vascular crónica y el
aumento de la presión sanguínea, de manera permanente.
Una lesión por frío que era común en el
mundo laboral es el pie de trinchera. Este problema ocurre cuando los pies de
los trabajadores se mantienen mojados y fríos durante mucho tiempo, aunque no
se llegue al punto de la congelación.
Causa ablandamiento de los tejidos, y
esto unido a la baja temperatura, daña los músculos y nervios. Esta condición
es dolorosa y posee síntomas característicos. Se presenta hormigueo, entumecimiento,
hinchazón, picazón, manchas en la piel, y puede llegar hasta la gangrena.
Las acciones preventivas se concentran en
la información y concientización de los empleados de la empresa, y en la selección
de ropa de trabajado adecuada. Estos dos puntos se privilegian porque es muy probable
que las condiciones climáticas varíen durante la jornada laboral.
Es trabajo de un auditor en sistemas
de gestión de seguridad y salud en el trabajo, verificar que las medidas de protección
sean suficientes para mantener a los empleados a salvo. Si quiere contactar con
un profesional con experiencia llame al teléfono 981 060 888 o escriba a auditoría.trabajoperu@gmail.com
para solicitar información.
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